La devoción carmelitana y marinera tiene dimensión oceánica y se remonta al siglo XVI. y fue introducida por los PP. Carmelitas que como Capellanes embarcaban en las expediciones americanas.
Dos singulares marinos están estrechamente vinculados a esta veneración y culto a la Virgen del Carmen.
En primer lugar, el teniente general D. Antonio Barceló y Don Juan José Navarro de Viana y Búfalo (Mesina 1.687 Isla de León 1.772), capitán general de la armada y su primer director general. Marqués de la Victoria, Bizarro militar, brillante marino de sólida piedad e ilustrada religión, adornado de grandes virtudes fue un gran devoto de la Virgen del Carmen desde su corta edad.
Gracias a su denodado empeño en 1.769, se traslada el Cuerpo de Marina de la ciudad de Cádiz a la villa de la Real Isla de León (hoy ciudad de San Fernando).
El marqués de la Victoria asistía a los cultos carmelitanos y a presidir la Salve que todos los sábados se celebraba en este convento acompañado de su séquito oficial y del pueblo llano, trasladándose desde su casa en la Plazuela de las Tres Cruces (hoy Alameda Moreno Guerra).
Acaecida su muerte el 5 de febrero de 1,772 a los 84 años, dispuso en su testamento que a su muerte “sin pompa de aparato militar fuese trasladado en un coche a la Iglesia convento de religiosos de Nuestra Señora del Carmen, descalzos, para ser enterrado en ella”. De acuerdo con su última voluntad, fue enterrado en la bóveda principal en la iglesia del Carmen.
Al año siguiente el Cuerpo General de la Armada le rindió merecido homenaje erigiendo a su costa un mausoleo de tres cuerpos, rematado con su escudo, en la última capilla del lado del Evangelio.
Posteriormente fue trasladado al Panteón de Marinos Ilustres, siendo inhumado el 2 de Mayo de 1.870.
La importancia que tuvo el departamento marítimo de Cádiz en relación con la armada durante los siglos XVIII y XIX por residir en él los Cuerpos de la Armada: Piloto, batallones y brigadas de marina, Colegio Naval, Real Observatorio Astronómico y la Escuadra hizo que la devoción a la Virgen del Carmen prendiera la llama a toda la Armada.
A lo largo de estos siglos han ocupado el cargo de Prioste desde D. José Antonio Mallén y Castro, comisario de guerra y de marina en 1.723 hasta el Vicealmirante D. Andrés De Benito en 1.977.
A primeros del siglo XX siendo prioste el Coronel de Artillería D. Juan de Aguilar y Lozano, da un nuevo impulso a la Hermandad. Se eleva propuesta a la reina Doña María Cristina de Habsburgo para su nombramiento como Patrona de la Armada.
Propuesta que aprueba el Ministro de Marina, D. Cristóbal Colón de la Cerda, duque de Veragua, que quedó ligado a tan singular efeméride, por Real Decreto de fecha de 19 de Abril de 1.901.
La Hermandad del Carmen por acuerdo del 8 de Junio de 1.902 nombra Prioste de Honor al Capitán General del Departamento Marítimo.
Un decreto de 10 de Agosto de 1.955 le concede los honores de Capitán General.
Texto: C.N D. Manuel Enrique Baturone Santiago
Texto del Real Decreto con fecha 19 de abril de 1901