La iniciativa de la coronación canónica surge en marzo de 1950 a raíz de la propuesta hecha por el prior de la comunidad Fray Vicente de San José a la Hermandad, que la acoge con un gran entusiasmo, constituyéndose una comisión gestora encargada de involucrar en el proyecto al clero, Marina y Corporación Municipal. Un mes después se elevan las preces suplicatorias de la Santa Sede con el informe favorable del prelado de la Diócesis Tomás Díez Gutierrez.
Las activas gestiones cosechan los frutos deseados, puesto que el 7 de junio de 1950 Pío XII firma el reescripto pontificio por el que se concede la ansiada coronación canónica. El 21 de agosto de ese año se constituye en Capitanía General la llamada Junta Magna Pro Coronación, que se encarga de preparar los solemnes actos.
Un extenso programa de actos precede la Solemne ceremonia de la coronación, siendo los padrinos de la misma el Almirante Salvador Moreno Fernández, Ministro de Marina, y el Alcalde de la Ciudad Francisco García Ráez. En el atrio de las casas consistoriales tiene lugar en la mañana del 12 de octubre de 1951 la misa pontifical oficiada por el prelado de la Diócesis Monseñor Díez Gutierrez, y al terminar se procede a colocar sobre la sienes de la venerada imagen la artística corona. Posteriormente se organiza la procesión de regreso a su Templo, cubriendo el itinerario fuerzas de marina.
Durante la década de los 50 la imagen de Nuestra Señora del Carmen va a ser distinguida con los títulos de alcaldesa honoraria y Capitán general, concedidos por acuerdo de la Corporación Municipal y Decreto del Ministerio de Marina del 21 de diciembre de 1954 y 12 de agosto de 1955 respectivamente. Las correspondientes insignias les fueron impuestas el 12 de octubre de ese último año en el atrio del ayuntamiento por el alcalde de la ciudad Francisco García Ráez y el capitán general del Departamento marítimo Ramón de Ozámiz y Lastra. La fecha del 12 de octubre queda marcada en los anales de la Hermandad del Carmen como un hito histórico.