Reflexión
Me decía, hace años, una señora mayor que la Virgen cambiaba de semblante cada vez que salía y volvía para el Carmen. Yo pienso que las imágenes que de verdad nos cautivan cambian de semblante en cuanto cambiamos nuestra forma de mirarlas, y será triste con nuestras penas y alegre con nuestras alegrías. Esto ocurre naturalmente con …